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martes, 22 de agosto de 2017

Salvación

-¿Todos los caminos que he tomado en la vida para salir a flote abocan a esto, al miedo que reconozco que siento (aunque de puertas afuera presuma de no tenerlo)? No comprendo nada. Me siento como frente a un callejón sin salida...
-Callejón sin salida..."no way out". Es sintomático. ¿Sabías que el primer callejón estrecho por el que transitamos al llegar (nacer) a este mundo es el canal uterino? Nadie en su sano juicio se siente de adulto frente a un callejón sin salida a menos que un estrés similar se haya vivido antes.
-¿a qué te refieres?
-Pues que nada nuevo hay que temer. Solo lo viejo conocido despierta a los fantasmas. Si tu nacimiento fue extremadamente laborioso, si tu alumbramiento supuso un esfuerzo titánico para ti al estar tu mamá completamente anestesiada para evitarle cualquier dolor y consecuentemente ella no pudo cooperar contigo, esa fue la primera salida que viste bloqueada. Si fuiste extraído de ese canal a la fuerza (fórceps) tu primer recuerdo de este mundo es terrorífico. Por mucho que lo hayas querido borrar de tu memoria todo lo que has conseguido es barrer ese drama compartido debajo de la alfombra, es decir archivarlo a la memoria subconsciente, ese doble fondo en el cajón de la memoria donde escondemos los recuerdos insostenibles, del que habló Jung.
-¿Quieres decir que...
-Que todos los obstáculos que calificas de insalvables responden a una magnificación de esas mismas dificultades presentes, fruto de un impacto, duradero en la memoria, experimentado a las mismas puertas de la vida.
-Es cierto que mi parto duró 15 horas y que en la vida lo poco que he conseguido me ha costado sudor y lágrimas por no hablar de lo poco que me ha durado la felicidad. ¿Quieres decir que arrastro un recuerdo traumático del que me sirvo sin saberlo para sabotearme, para mantenerme esclavizado a mi precariead?
-La impotencia que experimentaste al pasar por el canal uterino te dejó un sello que ha marcado tu via crucis particular, que ha sostenido los barrotes de la prisión de la que paradójicamente dices querer salir
-¿Y ese recuerdo, cómo se borra?
-Tu vida salpicada de frustraciones es la prueba de que no has querido borrar ese recuerdo, que has querido mantenerlo fresco a base de proyectos abortados y rupturas. Alguna poderosa razón tendrás para haberlo hecho.
-¿Por qué?
-Con la esperanza de hallar redención. Tu memoria oculta es tu salvoconducto para tu Salvación. Es el síndrome del asesino en serie. Tu meta no es asesinar sino estimular a un investigador suficientemente hábil a que inspeccione el rastro que vas dejando con el terror que ocasionas, con las pruebas de tu culpabilidad y que finalmente sea capaz de desvelar con su inteligencia la clave de tu locura y la verdad de tu esencia: la inocencia intrínseca que como criminal no consigues ver en ti mismo. Ese investigador/inspector soy yo. Estás, pues, salvado. Ve ahora e imítame: salva a otros perdonándolos.

perdón histórico (I)

-Qué es lo que queda por hacer después de haber expuesto hasta la saciedad las mentiras que ha contado este mundo y las verdades que ha ocultado? Me siento como en un callejón sin salida y creo que me estoy empezando a indignar con mis allegados que se niegan a ver la evidencia que expongo.
-Perdonar al mundo.
-¿Al mundo?
-Sí, completamente. A todo el mundo.
-Esto si que me va a costar. Y por curiosidad, cómo se hace?
-Perdonar implica un abanico de actitudes que oscilan entre no juzgar hasta dar las gracias. ¿Te suena ho'ponopono?
-Pero si los 'aliados' no hubiesen intervenido en Europa en 1945, los nazis hubiesen impuesto un reich en toda Europa que ríete de los 40 años de Franco...
-Olvidé decirte que una de las consecuencias de perdonar es que olvidas el pasado. No es algo que te propongas. Sucede cuando perdonas. Con lo cual alivias tu tendencia humana a rescatar acontecimientos del pasado tu adicción a fundar el futuro en base a lo experimentado.
-Pero Napoleón dijo que quien olvida su pasado corre el riesgo de repetirlo.
-Eso que llaman la memoria histórica son paparruchas con las que los diablos te incitan a encender tus venideros resentimientos, pues de ese modo te entregan en bandeja la excusa para irritarte cuando lleguen circunstancias "incómodas". El pasado solo existe si le das carta de autenticidad.
-¿Entonces la comodidad es un engañabobos?
-Buscar (comprar) la comodidad es cavar tu propia tumba.
-¿Y qué hago si no consigo evitar emitir juicios?
-Si te cuesta evitar erigirte en juez y te entran unas ganas incontenibles de dictar sentencias y condenas a diestro y siniestro, te conviertes en un obstáculo para la paz que llega. Tropezar con la misma piedra es lo que les sucede a los que se resisten a sacar a luz el lastre de su memoria inconsciente. No quieras saber el destino que les aguarda a quienes se empeñan obstinadamente en bloquear la confraternización que todos, incluso tu en el fondo, anhelas. Vas a tener que sincerarte con tu interior.

Ah, y lo del "callejón sin salida" es sintomático...(hablaré de ello a continuación)