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jueves, 6 de septiembre de 2012

Pirámides que sanan

 

Para una persona no familiarizada con los mecanismos internos de la ciencia actual, podría parecer que el hombre moderno tiene su entorno totalmente resuelto y cómodamente bajo control. Nada podría estar más lejos de la realidad. Los pioneros de la ciencia que investigan las fronteras de la teoría moderna discuten constantemente entre ellos. Tan pronto como una teoría comienza a recibir amplia aceptación como para ser una representación válida de las leyes físicas, alguien encuentra una discrepancia, y la teoría tiene que ser o bien modificada, o abandonada completamente. Quizá, el ejemplo más conocido sea la fórmula de Newton, «F=MA», que alcanzó el estatus de ley física antes de saberse errónea. No es que esta ecuación no haya demostrado ser sumamente útil: la hemos utilizado para diseñar cualquier cosa, desde un cohete para llegar a la Luna, al tubo catódico de la televisión, pero su precisión falla al aplicarse a los aceleradores de partículas atómicas, como el ciclotrón. Para predecir con precisión las trayectorias de las partículas, es necesario realizar la corrección relativista formulada por Einstein. Es interesante observar que esta corrección se basa en el hecho de que la velocidad de la luz es totalmente independiente de la velocidad de su fuente.

Si Newton hubiera penetrado con mayor profundidad en las leyes del movimiento, podría haber realizado él mismo esta corrección relativista, y afirmar que la corrección de la velocidad de la luz en ningún caso hubiera sido trascendental, puesto que era mucho mayor que cualquier velocidad que el hombre pudiera alcanzar. Ello era muy cierto en los tiempos de Newton pero, ciertamente, no es así en la actualidad. Todavía tendemos a imaginar la velocidad de la luz como una velocidad fantástica e inalcanzable, pero con el advenimiento de la era espacial ha llegado un nuevo orden de velocidades. Tenemos que cambiar la forma de pensar en nuestros conceptos terrestres habituales de velocidad. En lugar de pensar en la velocidad de la luz en términos de kilómetros por segundo, pensar en términos de diámetros terrestres por segundo. La casi inimaginable velocidad de 300.000 kilómetros por segundo se transforma en una distancia totalmente creíble, de veintitrés diámetros terrestres por segundo; o bien podríamos pensar en la velocidad de la luz en términos del diámetro de nuestro sistema solar, y decir que la luz avanza a una velocidad cercana a los dos diámetros por día.

La afirmación de Einstein de que todo es relativo es tan acertada que se ha convertido en un cliché de nuestra cultura. Sigamos siendo relativistas al considerar la magnitud de los fenómenos naturales, teniendo en cuenta el tamaño de nuestra galaxia: si observamos el cielo en una noche clara, casi todas las estrellas visibles están dentro de nuestra propia galaxia. Cada una de esas estrellas es un sol como el nuestro. El cálculo del ratio del número de soles de nuestra galaxia en relación con el número de personas del planeta Tierra revela que actualmente existen sesenta soles por cada uno de nosotros. Cuesta más de cuatro años luz llegar desde la Tierra a la más cercana de esas estrellas, mientras que alcanzar la estrella más distante de nuestra propia galaxia costaría 100.000 años luz.

Estos cálculos se realizan partiendo del supuesto que la luz tiene velocidad. De acuerdo con la nueva teoría, puede ser un supuesto erróneo, pero su velocidad aparente es una herramienta útil de medida, por lo que la seguimos utilizando igualmente.

Así pues, tenemos la creación en la que nos encontramos, que es tan inmensa que a la velocidad de veintitrés diámetros terrestres por segundo debemos viajar 100.000 años para atravesar nuestro patio trasero contiguo. Es un patio trasero enorme, y parecería amplio incluso para el más ambicioso de los arquitectos celestiales, pero en realidad toda esta galaxia de más de 200.000 millones de estrellas es solo un grano de arena en una gran playa. Existen innumerables billones de galaxias como la nuestra, cada una con sus propios miles de millones de estrellas, diseminadas a lo largo de lo que parece ser un espacio infinito.

Don Elkins LLResearch.org

La fe del pueblo ruso en los milagros es tan grande que uno se diría que aprenden a creer en ello en la misma guardería de preescolar. Comúnmente y en la medida de lo posible, los rusos confían más en los exorcistas que en los científicos. Pues bien. Una de las atracciones que arrastra pasiones en Rusia son las llamadas pirámides de Alexandr Golod. Localizadas en los suburbios de Moscú, se afirma de ellas que curan y en muchos aspectos poseen influencias sobrenaturales tanto en los seres humanos como en objetos 'inanimados'.

 

 

Las pirámides de Golod atraen a miles de visitantes anualmente. Hoy existen 10 de tales pirámides en Rusia y al menos 20 más han sido construidas en países vecinos como Ucrania, Georgia y Bielorusia. Su arquitecto es Alexandr Golod, quien, allá por la década de los 80 del pasado siglo XX comenzó su proyecto con vivo entusiasmo, y con la financiación que le proveía sus propios ingresos acumulados como vendedor de cuerdas de guitarra en Ucrania.

Todo es inusual en estas construcciones que están construidas sin clavos.

 

 

Tan solo mediante mástiles de plástico ensamblados. La altura de las pirámides es el doble de su base cuandrangular, lo cual parece contradecir los cánones de construcción piramidal conocidos. Las extrañas proporciones presentan, no obstante, la presencia del ratio dorado (sección áurea = phi), que opera maravillas. Corren rumores de que una mujer afectada de cáncer estuvo periódicamente bebiendo agua 'cargada' en la pirámide, y tan solo 10 meses después los resultados de laboratorio efectuados en esta paciente revelaron que ya no estaba más enferma.
El equipo de Golod determinó que los venenos y otras toxinas ven mermado su poder destructivo sobre sistemas vivos después de haber sido expuestos en el interior de la pirámide. También los materiales radiactivos mantenidos en el interior de la pirámide perderían sus niveles más rápidamente de lo esperado. El estroncio y los metales pesados que hubiesen contaminado un pozo podían ser aclarados bajo el efecto de las pirámides. Incluso viruses patógenos y bacterias se tornan significativamente menos dañinos para la vida tras haber permanecido dentro de la pirámide. Lo mismo para las drogas psicotrópicas. En la ciudad de Krasnogorskoe, cerca de Moscú, una pirámide fue construida para reducir los niveles de sal en el agua, consiguiendo hacerla más potable.

Uno se pregunta, si no tendrá algo que ver con esto el hecho de que civilizaciones antiguas (mayas, egipcias, hindúes, babilónicas, chinas, tailandesas, bosnias, y hasta antárticas!...) construyeran y nos legaran edificaciones piramidales.

Otras montañas en forma piramidal han sido descubiertas. Un par de ellas se pueden observar en la planicie de Nakhodka, cerca de la ciudad de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia. La tradición identifica a estas dos formaciones montañosas como "Brat" (hermano) y "Seska" (hermana). En los inicios del s. XX, el famoso viajero, historiador y antropólogo Vladimir Arseniev afirmó que estas colinas eran consideradas lugares sagrados en la antigüedad, y que muchos peregrinos de China y Corea viajaban hasta sus inmediaciones para meditar. Los primeros colonos coreanos que las nombraron Da-nai-shan y Er-nai-shan, afirmaron que no se trataba de formaciones geológicas naturales, aunque Maxim Yakovenko, un investigador y estudiante de Historia en Vladivostok, que ha organizado viajes a la región desde 2004 considera que ciertamente se trata de anomalías producto de la intervención inteligente sobre formaciones geológicas. En pocas palabras, que se trata de montañas de algún modo "cinceladas". El propio Yakovenko, afirma que "entonces y ahora, la gente afirma sentirse feliz y saludable en la proximidad de estas montañas, y estoy de acuerdo con ellos pues lo he podido constatar personalmente. Es cierto que los escépticos pueden desacreditar todo esto aduciendo que tan solo se trata de formaciones rocosas "peculiares" pero lo cierto es que los lados de estas montañas piramidales de base claramente cuadrangular están orientadas hacia los 4 puntos cardinales, tal como lo están todas las pirámides (Egipto, Mesoamérica...)hasta la fecha conocidas.

Durante la década de los 60 del pasado siglo, la montaña Brat (hermano) fue trágicamente sometidas a detonaciones con la intención de concertirlas en canteras de piedra caliza, desapareciendo así su pico y viéndose reducida su altura en 79 metros. Lo sorprendente de esto, –afirma Yakovenko– es que tras la destrucción del pico, el clima de la ciudad de Nakhoda cambió durante algunas semanas. Los lugareños que todavía recuerdan el evento afirman que se produjeron fuertes vientos durante los días posteriores a las detonaciones, así como lluvias torrenciales. Aparentemente el clima era reconocido como templado y estable hasta la fecha.

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La academia Nacional de Ciencias de Rusia ha confirmado que la energía de estructuras piramidales es capaz de reducir el comportamiento criminal y aumentar los sentimientos de amor, compasión y paz. Todo lo que hicieron fue almacenar granito y otras estructuras cristalinas en el interior de la pirámide y a continuación las pusieron aldedor de algunas prisiones en Rusia que alojaban en total a alrededor de 5000 prisioneros. Tras unos pocos meses, la comisión de muchos crímenes desapareció y el comportamiento de los presos, mejoró ostensiblemente.

2 comentarios:

  1. A partir del libro de Wilcock he estado muy interesado en reproducir las piramides de Golod a escala casera.
    Tienen ustedes las medidas y angulos para su construcción?
    Gratitud infinita.

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    Respuestas
    1. Quizá puedas extraer algo de información de este enlace: http://ten1000things.org/russian-pyramid-power/
      Gracias por tu interés.

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