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viernes, 24 de agosto de 2012

La realidad tras el velo de la ilusión

–Ya se ha vuelto más común de lo habitual. 
–¿el qué?
–A la pregunta de '¿Buenos días, cómo va?' te contestan 'Aquí, luchando'. ¿Sabemos lo que decimos?...Presumimos de luchadores. Pero lucha...¿contra qué?. ¿Contra la subida del recibo de la luz? ¿Contra los recortes sociales? ¿Contra el paro? ¿La inflación? ¿Contra la corrupción? ¿Bilderberg? ¿Illuminati? ¿Son esos objetivos vulnerables por medio de la lucha?
Es probable que no esté tan claro cuál es el objetivo de la lucha. Y sin embargo, en el fuero más interno de cada uno, dejar de luchar (defendernos de/atacar a) contra todas las circunstancias, situaciones, personas, que la vida nos presenta es lo que más anhelamos...Hablamos de paz, luego se trata un estado real, no utópico, al que aspiramos,...a menos, claro, que no se desee, que pongamos obstáculos a su consecución, a menos que la adicción a la lucha (el árbol) sea tan tentadora que impida ver el bosque...

La paz, lo repiten por activa y pasiva los profetas del Aquí/ahora, implica dejar de poner el foco en 'el exterior', eso que percibimos con nuestros 5 sentidos físicos, las informaciones que nos llegan y que damos por auténticas sin pasarlas por el tamiz del discernimiento.
–El discernimiento, sagrada cosa...
–Sí. Por ejemplo, está al alcance de cualquiera concluir que las imagenes que vemos en un receptor de televisión son ilusorias, pues consisten en la vibración de puntos de luz. Si te acercas mucho a la pantalla dejarás de percibir lo mismo que cuando estabas a tres metros de ella. A mayor resolución (lineaturra) mayor 'sensación' de realidad. La percepción es tan perecedera como lo es el cuerpo físico que nos reviste...Nada es permanente, decían los antiguos, todo está en continua transformación.
–Nada es real...
–Sé que da vértigo, pero lo cierto es que nos hallamos en los albores de una era de revelaciones (Apokalypsis) para las que estamos 'maduros'. En este estado de cosas, salvo la consciencia de ser, un 'darse cuenta' fuera de las mediciones cronológicas,...saber que ERES, más allá de cualquier dimensión (espacio/tiempo) o lo que es lo mismo, esencia multidimensional (multilocalidad/multitemporalidad)...¿me sigues? (a veces las palabras se quedan cortas) A la gente que comunica de este modo en que me estoy dirigiendo a ti se la tacha de 'desconectada de la realidad', de loca...


CONECTAR PARA SER LIBRE
Sentirte maltratado por las circunstancias cotidianas y huir de las 'escena perturbadoras', cualquiera de las que te 'ha tocado' (en realidad las has escogido libremente desde otra dimensión) es una actitud compulsiva de defensa, la 'lucha', que arrastramos desde los albores de los tiempos. ¿Cómo te diría?...Escogiste tu amnesia para experimentar la dualidad desde todas las facetas posibles. La consecuencia fue la esclavitud. Recuerda y serás libre.

Decidir no volver a poner los pies en un lugar/circunstancia determinado/a donde te sientes incómodo, maltratado/malretribuido o ignorado (una peluquería, un restaurante, un trabajo, una relación de pareja, una reunión asociativa, un país al que fuiste de vacaciones,...) es considerado la decisión más cabal por el 99% del mundo, verdad? Pongamos el caso de que me invitan a un foro al que asisto tras la proyección de un documental. Imagina que alguien me insulta porque mis ideas no están en consonancia con las suyas… y resulta que no soy una persona violenta, lo que haré es irme y no volver. En realidad estaré huyendo aunque mi ego....mi ego…revista esa decisión de orgullo diciéndo: "ellos se lo pierden. Si más personas hicieran como yo, ya verías como deciden tratar mejor a sus clientes". Quizá tu reacción sea pedir el libro de reclamaciones o cualquier vía para mostrar tu disconformidad con el trato recibido. Da lo mismo. De lo que se trata es de luchar...de re-accionar, de resistir. En cualquier caso, renunciar a SENTIR la experiencia en toda su magnitud. Pero dejarse llevar por el impulso de luchar contra los 'gigantes', el teatro de la vida, sin haberse parado a sopesar en qué medida estás contribuyendo /atrayendo las actitudes que lamentas en otros es comprar, SIN DARTE CUENTA, un billete seguro para la siguiente función...

El hombre es el único animal que tropieza dos (-cientas!) veces con la misma piedra. 

Todos estamos cansados de tropezar. Todos buscamos una salida al túnel de desesperanza, tratando de buscar soluciones afuera. Una salida que buscaron nuestros padres, abuelos y demás antepasados. Pero ahora ya estamos cansados de las pseudo soluciones externas, esas 'golosinas' (un crédito fácil que no podrás devolver, una relación que no se va a satisfacer,...) que el sistema (los pensamientos colectivos inconscientes a los que/de los que nos nutrimos) nos ha brindado repetida y cíclicamente en bandeja de plata, como escenas de lecciones pendientes de integrar. No. Ya no nos conformamos con el fatalismo. Queremos salir de la 'montaña rusa' de las emociones alocadas. Y no pararemos hasta conseguirlo...La cuestión es, ¿lo lograremos: (1) evadiéndonos del mundo? ¿(2) atacándolo? Pero ¿es posible que exista una tercera vía? ¿Una vía que sintetice las dos alternativas (tesis y antítesis)? ¿Será la paz esa tercera vía? ¿Tiene un precio la paz? ¿Es un precio que está a nuestro alcance? Sí.

Sintetizar la lucha contra las circunstancias (los gigantes quijotescos que no eran sino molinos de viento), ya sea huyendo de ellas o atacándolas, debe implicar re-conocerlas como maestros (lecciones). Todos sabemos que un buen maestro no es quien te dicta un párrafo y te conmina a que lo memorices hasta que lo repitas mecánicamente como un loro. Tal maestro en nada se diferencia a los llamados ministros de Dios con sus doctrinas dogmáticas (lo digo yo/dios/las escrituras sagradas y basta!). El buen maestro es quien te expone un problema y te ofrece herramientas y pistas para lo resuelvas, para que extraigas tu capacidad de discernimiento. El maestro te da agua cuando estás a punto de morir de sed, pero luego te enseña a construir pozos. La sabiduría del buen alumno aflora cuando reconoce a las circunstancias encarnando a su maestro.

¿Qué sentido tiene la vida? ¿Se trata tan solo de 'pasarlo bien/lo mejor posible mientras 'esto dure' y 'que-se-jodan-los-que-me fastidian'? ¿Es el gongoriano 'ande yo caliente y ríase la gente' el leit motiv que me hará pasar por encima de lo que considero las mezquindades del sistema que se me ha tratado de imponer? ¿Se trata de convertirme en un 'outsider', un autista para escapar al inasumible caos que me rodea ¿Qué hay de los que a su vez deciden bajarse del autobús colectivo, de los suicidas?

¿Qué hay de la compasión por los demás? ¿y POR MI MISMO? ¿No será que yo soy una víctima, no ya del sistema externo sino de mi mismo, en la medida que yo también he aportado mi grano de escapismo a la duna de este sistema que vaga sin norte por el desierto? ¿Qué es la Responsabilidad? ¿En qué medida soy responsable del fin caos del que acuso a la sociedad/sistema/humanidad? ¿tengo capacidad para revertir la demencia que presencio en el mundo? ¿Tengo capacidad para sanarme y así ayudar a sanar a los demás? ¿Acaso esa es mi mayor y única responsabilidad?



¿Qué es SER HUMANO? ¿De dónde vengo? ¿qué hago aquí/ahora? ¿Soy esclavo inconsciente de mi pasado? ¿Es acaso mi tarea en este mundo (ya no me cabe duda de que hay otros más ingrávidos y gentiles) regresar –aprovechando el acordeón del tiempo de Einstein (teoría de la Relatividad)– al 'lugar del crimen' afin de transmutar el DOLOR ORIGINAL despertado por el agravio presente (insulto en la calle, despido laboral...), por medio del amor, la compasión?

El lugar del crimen es el sórdido rincón en el que se esconde tu niño interior, el portador de todas tus emociones reprimidas, el aterrado-airado-olvidado-abandonado-desatendido niño que fuiste y cuyo recuerdo anestesiaste, forzado por las inasumibles e insoportables condiciones de con-vivencia que encontraste al aterrizar en este mundo...
Ya no sé como decirlo. Quizá más alto, pero posiblemente no más claro.

Ese niño/niña que en virtud del olvido al que le has sometido, se ha convertido en el tirano que gobierna tu desgraciada existencia desde el (oh!) sorprendente doble fondo de tu mente, tu inconsciente. La locura total, impregnada hasta las cloacas de razón, de orgullo y de intelecto, todos esos valores que CREES te conforman (y con los que te conformas).
Te crearon como trabajador, a su imagen y semejanza. Fuiste ese Lulu Amelu (el trabajador mezclado) del que hablaron las tradiciones orales sumerias. Tu madre fue probablemente esa Lucy (Australopitecus Afarensis) desenterrada en Olduvai y tu padre (el 'Señor' al que rezan/idolatran las beatas en las iglesias) fue uno de esos llamados ángeles (algunos de ellos caídos), hermanos mayores de las estrellas. El resultado (genéticamente hablando): tu. El homo Sapiens. Creado para trabajar y servir. Fuiste mezclado en una probeta hace 300000 años y tu advenimiento provocó un salto cuántico, inexplicable para los científicos actuales que todavía andan tras el 'eslabón perdido' que les dé la paz que no encuentran. Se inició entonces una andadura por esta escuela vital de densa frecuencia vibratoria, donde la luz (polo positivo y negativo) viaja y oscila lentamente. El lugar del lento aprendizaje. Un mundo en el que has ido entrando (muriendo y volviendo a nacer) multitud de veces, tantas como hayas considerado fuesen necesarias para que recobrases la consciencia de tu origen. Mientras tanto has INTERACTUADO. Tu presencia no ha sido inocua. Has amado y has tenido miedo. Has transitado por todos los estadios posibles, bajando (cayendo) paulatinamente hasta el fondo del pozo. Te sentiste abandonado a tu suerte cuando papá se fue, después de haber ocasionado un holocausto nuclear hace 4000 años.

Ahora concluye nuestra experiencia como trabajadores (si así lo reconoces y quieres) para acceder a una Nueva Era, como ya las hubo en el pasado.
Aquellos que te están arrebatando todo aquello a lo que te habías apegado, tu trabajo incluido, son los que se consideran herederos de aquellos Dioses de la antigüedad, Monarcas, Pastores y demás ministros autocalificados como los únicos válidos intercesores entre tu y tu origen/esencia espiritual. Sin duda obran erróneamente, pues pretenden reducir a la humanidad en términos demográficos hasta un nivel controlable (7000 millones es, para ellos una cantidad excesiva de bocas que mantener, de humanos que consumen recursos. Demasiadas mentes disconformes con el actual reparto de la tarta). No los juzgues (recuerda 'quien juzgue será juzgado') pues desde su inconsciencia están posibilitando –sin duda de un modo necesariamente forzado en virtud del plazo que el ciclo se concedió para concluir– tu despertar, ayudándote a desapegarte de todos esos ídolos (necesidades, dependencias, servidumbres...) de los que te has rodeado para distraerte de la insoportable realidad que encontraste aquí. Ellos son, en cierta medida, tus maestros, destinados a despertar en ti tu capacidad de reconocer y trascender la ilusión holográfica, de apartar el velo de Isis. Y lo harás mediante tu capacidad compasiva y redentora, por medio de la divinidad que se aloja en ti y de la que eres embajador. Al igual que tu, también ellos y ellas fueron niños destinados a iluminar el mundo con su luz (aunque acabasen siendo 'secuestrados' bajo el paraguas Illuminati de sus antepasados). Muy pocos de ellos han conseguido liberarse del asfixiante abrazo de su estirpe.
Aunque ellos nunca osen hacerlo (por miedo a tu venganza) en su nombre y en nombre de todo el que alguna vez te hirió, te pido perdón y te ofrezco disculpas. Me dicen que te aman y que lo sienten...que lo hicieron sin darse cuenta de lo equivocados que estaban porque TUVIERON MIEDO al sentirse abandonados y no les quedó otra alternativa que camuflar ese miedo con actitudes obsesivas y compulsivas, . Que no comprendieron bien su trabajo. Creyeron que debían apacentarte a la espera de que sus dioses /"el Padre-Señor" (cada cual estaba más íntimamente vinculado a uno en concreto...Yahweh (Enki, Enlil), Marduk/Ra, Quetzalcoatl/Toth/Serapis, Afrodita/Atenea/Innana,...regresasen para darles nuevas instrucciones. Por el camino se distrajeron, se acomodaron a su estatus preferencial y desconectaron de la fraternidad que a todos nos une. Te piden que seas indulgente y magnánimo. Ellos quieren reunirse de nuevo contigo, sin resentimiento, sin acritudes. Se postran ante ti y se comprometen a reparar todo lo que esté a su alcance.

...Ahora te toca a ti.





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