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domingo, 29 de abril de 2012

Guiando a nuestros niños (I)


Canalización de María a través de Pamela Kribbe
Mañanas con Jeshua – 24 de Enero de 2008

Mis queridos amigos,


Bienvenidos. Estamos muy complacidos de contar con vuestra presencia hoy aquí y celebramos vuestra existencia en la Tierra en esta época. Antes de decir nada sobre el tema de hoy, "los niños de la nueva era", quiero poner mi atención en vosotros. Cada día tratáis de arraigar más vuestra luz y ser interior en la Tierra. A menudo experimentáis abatimiento en vuestras vidas y a veces parece como si estuviéseis aprisionados en vuestro cuerpo o en estados de ánimo o emociones que os sofocan. Queremos deciros que nosotros confiamos en vosotros y os respetamos por todo lo que atravesáis y lográis en vuestras vidas. Nosotros os amamos tal como sois y nos alegraría que tuviéseis más respeto por vosotros mismos y por todo lo que ya habéis hecho en vuestra vida hasta ahora. Estando esperanzados, alimentando vuestros sueños y propósitos, incluso si la luz a vuestro alrededor se apaga por momentos y tenéis que afrontar contrariedades que aparentan ser insuperables, estáis mostrando vuestra grandeza y enorme resistencia. Estáis plantando semillas de luz en la Tierra y darán frutos. Gracias a vuestro trabajo interior, habéis creado un puente para una generación de almas, recientemente encarnadas, que desean hacer brillar su luz en la Tierra. Es sobre estas almas que quiero hablar hoy.


Antes de que hablemos de ellas directamente, yo os pido que vayáis atrás en el tiempo y sintáis cómo érais cuando entrásteis al reino de la Tierra como un recién nacido. Sentid la inocencia y la belleza de vuestra energía. Sentid la sinceridad de vuestras intenciones y la delicadeza de vuestra energía. ¡Oh, vosotros habéis estado conectados a la Tierra durante tanto tiempo! Tantas veces os habéis sumergido a la profundidad como los pequeños bebés que habéis sido repetidas veces. Ahora sentid cuál fue vuestra intención esta vez. Probablemente traíais algún bagaje personal que deseábais resolver en esta vida. Podéis haber traído heridas profundas en vuestra alma que queríais sanar y superar. Aparte de eso, también fuísteis guiados por un ideal más vasto y más universal, consistente en incrementar la conciencia y el crecimiento espiritual en la Tierra. Sabíais que íbais a nacer en una época de transición, una época de crisis, así también como de oportunidades. Sabíais que había “trabajo para hacer”, trabajo a nivel interno que abriría nuevos caminos en el pensar y el sentir. Sentíais una conexión con esta gran transformación global y estábais preparados para zambulliros una vez más en las profundidades, para ayudar a hacer realidad esta antigua visión de una Tierra pacífica: una nueva conciencia de la unidad entre los hombres y una renovada armonía entre todos los seres vivos del planeta.


Una y otra vez os habéis abierto paso a través de viejos límites de pensamiento y de sentimiento. Pero cada vez que os sentíais asfixiados en las normas y estructuras tradicionales, sabiendo profundamente que vuestra alma no podía florecer en un ambiente o relación dominada por el miedo, sentisteis la necesidad de escaparos. Ha sido doloroso a veces, decir adiós y emprender nuevos caminos. Sí, difícil y muy penoso, pero teníais que ser fieles a vuestra sensación de que 'algo no estaba bien', de que para vosotros no tenía sentido o de que algo estaba perdido. Esta sensación insistente os recordaba las intenciones y propósitos originales de vuestra alma. Vosotros no habéis sido capaces de llegar a amoldaros bien a las exigencias y costumbres de vuestra sociedad, porque ellos no correspondían con lo que vosotros, como alma, queríais vivir en la Tierra. Estábais destinados a ser “diferentes”, no porque Dios o cualquier otra autoridad externa hubiese planeado eso para vosotros, sino porque vosotros sois quienes sois y eso se acaba reflejando en vuestras acciones. En cierto momento de la historia de vuestra alma, fuisteis inspirados por una nueva conciencia, que podemos llamar la conciencia Crística, conocimiento del corazón, o amor. No tiene importancia cómo lo llaméis. Lo que importa es que habéis sido tocados por esto, que habéis sido alcanzados por una chispa de inspiración que desde siempre os ha impulsado a seguir buscando, a seguir soñando y a seguir expandiendo vuestra conciencia. La misma chispa que está encendiendo una nueva conciencia en la Tierra ahora está influyendo a muchos. Por esa razón los “niños de la nueva era” se sienten llamados a venir. Por esa razón ellos han estado encarnándose en la Tierra desde hace varias décadas, y ahora en grandes números. Ellos están aquí para completar lo que habéis comenzado.


Vosotros que pertenecéis a la generación previa de trabajadores de la luz, los nacidos aproximadamente antes de 1980, fuísteis los pioneros y precursores. Fuisteis inspirados por el mismo ideal que ahora mueve a los “nuevos niños”; fue el mismo llamado del alma. Pero los terrenos que labrásteis, especialmente en los sesenta y en los setenta del siglo XX, estuvieron mucho más marcados por las creencias convencionales y por los miedos profundamente arraigados acerca de la libertad de expresión, de las emociones, de la creatividad y de la sexualidad. Cuando retrocedéis cuarenta o cincuenta años en el tiempo, el campo de energía colectiva de la Tierra se veía muy diferente a lo que es ahora. Era menos transparente, más denso y turbio y por lo tanto menos accesible a las energías amorosas y claras que ahora están encontrando su camino hacia la Tierra. Una de las cosas que ha incrementado esta ganancia en amor y claridad es el surgimiento de la igualdad de derechos para las mujeres (iniciándose a comienzos del siglo XX) o en otras palabras, la conciencia creciente de la igualdad y cualidades únicas de la energía femenina. La rehabilitación tan deseada de la energía femenina ha sostenido una conciencia y validación creciente de la dimensión del sentir en la vida. Durante los sesenta y los setenta del último siglo, mucho se abrió en el área de la emoción, de la intuición y de la creatividad.


Mucho trabajo ha sido hecho por la generación más vieja de trabajadores de la luz. Y les ha costado mucho, porque ellos han atravesado los valles interiores de la desconfianza en sí mismo y de la soledad antes de que pudiesen abrir un nuevo horizonte para las generaciones por venir. Si sois parte de esa generación más vieja, sabed que habéis colocado un faro de luz para los que vienen después de vosotros.


Ahora estáis entregando la antorcha a una nueva generación. Y a medida que la entregáis, podéis proveerles apoyo y aliento, mientras ellos pueden inspiraros a vosotros con su pasión y la pureza de sus corazones. Ellos son “diferentes” en un grado incluso mayor de lo que vosotros lo fuisteis. Mientras vosotros pudísteis adaptaros temporalmente o parcialmente a un ambiente que realmente no resonaba (vibraba) con vosotros, ellos son del todo incapaces de hacerlo incluso a nivel del comportamiento externo. En otras palabras, ellos no pueden fingir ni siquiera un poco. Sus emociones y su cuerpo físico protestan a un nivel profundo a medida que son confrontados con las energías de muchos sistemas de educación tradicionales o modos de educar a los niños. La adaptación no es una opción a considerar para muchos de estos niños. Especialmente los más sensibles entre ellos se quebrarán física y emocionalmente en un ambiente de vieja energía y su comportamiento se volverá tan problemático que el entorno tendrá que responder y cambiar. Ya no es posible reprimir o ignorar los problemas. Los niños que llegan ahora van a forzar a la sociedad a reflexionar profundamente sobre sus propias conjeturas acerca de los niños y acerca de la vida en general.


Los niños que están naciendo ahora (y que han estado encarnándose en la Tierra desde algunas décadas) están sembrando una parte más grande de su conciencia del alma plena de lo que la mayoría de vosotros pudísteis hacer. A medida que entráis al reino de la Tierra pasáis por el “velo de la ignorancia” (amnesia), el cual os mantiene separados de la dimensión desde la cual yo hablo actualmente. Este velo es como un par de anteojos que, una vez colocados, os hace creer que sois un 'yo' separado, diferente, encerrado en vuestro cuerpo. En efecto, el velo de la ignorancia os permite experimentar la dualidad en la Tierra, así pues tiene su valor, pero ahora ha llegado el momento de que el velo se vuelva más transparente y permita más comunicación de un lado al otro. Cada vez hay más personas que llegan a atravesar el velo y se dan cuenta de que son uno con algo más grande que sólo “este cuerpo” y “esta personalidad”. Cuantas más personas hacen esto, más canales se abren, a través de los cuales la energía cósmica amorosa se vuelca dentro de la dimensión de la Tierra. Sobre esta ola de energía cósmica viajan los nuevos niños.


Tratad de sentir la energía de estos niños por un momento. Sentid la ola de energía cósmica en la cual ellos se mueven. No penséis sobre esto, tan sólo abrid vuestro corazón y dejad que las sensaciones pasen a través de vosotros. Estos niños y niñas vibran a un nivel superior. Su energía puede sentirse juguetona, ligera y como una mariposa, pero al mismo tiempo extraordinariamente sabia y profunda. Ellos eligen muy conscientemente encarnar una parte más grande de su alma, de su ser divino, en la Tierra. Hacen esto porque quieren contribuir a la transformación de la conciencia en la Tierra y ellos comprenden totalmente que esto podría traerles problemas. Al nivel de su Ser Superior, han hecho esa elección conscientemente. Pero al nivel de su ser emocional (o “niño interior”) ellos podrían quedar afectados traumáticamente por el choque que experimentan con la realidad de la Tierra. Ellos corren un verdadero riesgo de perderse y trastornarse en el reino de la Tierra, ya que no pueden apagar su sensibilidad y vibración más elevada cuando están en un ambiente menos evolucionado. De este modo, ellos tendrán que encontrar un espacio en la Tierra para expresar su energía libremente y sin peligro o tendrán que manejarse con intensas dudas y frustraciones internas. Vosotros podéis ver cuán valientes y amorosas son estas almas, corriendo los riesgos que corren. El mismo coraje y poder de amor fue desplegado por vosotros mismos, cuando os encarnásteis en la Tierra.


Ahora hablaré sobre las características de esa nueva generación de niños. No todos los niños son iguales, por supuesto, y algunos niños despliegan estas características más que otros. En estos tiempos hay una sensación de que todos los niños son “diferentes”. Ellos entran a través de un velo diferente (más fino) y con la intención de expresar como nunca su alma en la materia. Pero cada alma tiene su propio desarrollo y dentro de la nueva generación de niños están aquellos que son extraordinariamente sensitivos, que son más diferentes que el resto y que a menudo son llamados “los niños de la nueva era” o simplemente “los nuevos niños”. Ahora nombraré algunas de las características más importantes de este grupo específico de niños, y tened en cuenta que estas características también se aplican en un menor grado a todos los niños de hoy en día. En realidad, debido al desarrollo de la conciencia a una escala colectiva, un “nuevo humano” está surgiendo en la Tierra. Está teniendo lugar una evolución hacia una especie humana socialmente y espiritualmente más inteligente, capaz de vivir en armonía con la naturaleza y conectada a sus compañeros humanos por un sentido de unidad y respeto. El desarrollo hacia este “nuevo humano” está siendo anunciado por los niños.



Características de los nuevos niños


- Los nuevos niños son cada vez más clarividentes, empáticos y telepáticos. Ellos absorben fácilmente los estados de ánimo y emociones de otras personas. El límite entre el mundo percibido por los cinco sentidos y el mundo invisible de los sentimientos y de las energías les es muy familiar. Perciben el lado interno (sutil) de las cosas a menudo tan fácilmente como el lado externo (físico). Ellos no se dejan llevar las engañosas apariencias que no refleja realmente lo que está sucediendo por dentro. Su astuta percepción intuitiva es muy aguda respecto de la hipocresía.


- Los nuevos niños son pacificadores. Ellos sienten el impulso de reconciliar grupos opuestos y apaciguar conflictos. Junto con sus habilidades intuitivas esto a menudo significa que ellos maduran más temprano y que son sabios más allá de su edad. Ellos suelen comprender a sus padres a un nivel más profundo del que los padres se comprenden a ellos mismos o mutuamente. Ellos tratan de ayudarlos o de construir un puente de comprensión entre ellos. Fácilmente se vuelven los “padres de sus padres” y esto puede separarlos de su parte infantil, espontánea, desinhibida. Cuando ellos se identifican intensamente con el rol de ayudante pueden llevar consigo una carga de responsabilidad muy grande.


- Los nuevos niños son idealistas. Ellos son espirituales, filosóficos e imaginativos. Son inspirados por ideales tales como la igualdad, la fraternidad y el respeto por la naturaleza. En su aura podéis notar que los dos chakras superiores están ampliamente abiertos. A través de estos centros de energía superiores a menudo ellos reciben mucha inspiración, perspicacia y entusiasmo. Pero por otro lado ellos fácilmente pueden volverse intranquilos, demasiado soñadores y poco prácticos debido a estos chakras superiores ampliamente abiertos. Su energía aún no ha llegado a arraigarse por completo; aún tiene que conectarse totalmente con el cuerpo y con el plano terrestre de la realidad.


- Los nuevos niños son más sintientes que pensantes. Ellos tienen dificultades para adaptarse a las reglas y estructuras actuales que dejan poco espacio para la intuición, para lo impredecible y para la individualidad. Ellos en realidad están aquí para enseñarnos cómo librarnos de una tradición en la cual el pensar y el analizar estuvieron demasiado acentuados. Todos los niños en cierto punto son más sintientes que pensantes. Pero lo que distingue a los nuevos niños más sensibles es que para ellos es física y emocionalmente imposible ajustarse a un ambiente rígido y demasiado estructurado. Se enferman o muestran severas alteraciones del comportamiento. Ellos ya están anclados a una conciencia basada en el corazón a tal grado que ya no pueden volver hacia atrás.


- Debido a su conciencia fuertemente intuitiva y a su incapacidad de adaptarse, estos niños pueden ser vistos como obstinados, rebeldes y “diferentes”. En realidad no es su intención ser rebeldes. Ellos sólo quieren ser ellos mismos. Pero si sienten que no hay espacio para eso, pueden volverse aislados e incluso bohemios viviendo al margen de la sociedad. Como ellos están menos dirigidos por el miedo y por la necesidad de conservación propia, responden menos a la disciplina y a la autoridad. Aún así ellos pueden sufrir intensamente y acumular confusión por la falta de comprensión y empatía que encuentran en el camino. Pueden sentirse alienados y solos debido a eso y preguntarse cuál es el significado de su presencia en la Tierra. No obstante si ellos encuentran su camino en la vida y comienzan a expresar su energía creativa y espiritual en forma material, florecerán y muchas personas serán tocadas por la profundidad de sus ideas y por su modo tierno, no competitivo, de tratar con los demás.





Problemas que enfrentan los nuevos niños


Recapitulando, estas características ya muestran los problemas con los que se pueden encontrar los nuevos niños. El problema más grande es que su energía específica no es reconocida y comprendida por las personas que están a su alrededor. Cuando a ellos no se les proporcionan los medios o se les obstaculizan las oportunidades para dar libre expresión a sus sentimientos y hay una falta de comunicación real, pueden aparecer varias “alteraciones del comportamiento”.


Los niños pueden volverse rebeldes, arrebatados y difíciles de manejar. Ellos se sienten incomprendidos y maltratados, cuando en realidad quieren decir “no” o "basta" a eso, pero no saben cómo hacerlo. Ellos aún no tienen la expresión adecuada y las habilidades de comunicación. Lo que sucede después de un tiempo es que ellos mismos dejan de comprender qué es lo que está ocurriendo por dentro. Cuando su vida interior no se refleja en un padre o un maestro comprensivo que le pueda dar un nombre a sus sentimientos y escuche con un corazón abierto, ellos pueden encerrarse por dentro y portarse de maneras que parecen inmanejables e irracionales. En ese momento se requiere mucha atención y una conciencia profundamente sintonizada para entender qué es lo que está moviendo a estos niños, ya que ellos mismos pueden haber llegado a perder contacto con sus sentimientos.


También puede suceder que los niños, sintiéndose despreciados o incomprendidos, se aparten y se desconecten del entorno. En lugar de desahogar sus emociones a través de un comportamiento agresivo o revoltoso, se encierran en su propio pequeño mundo y acaba siendo difícil comunicarse con ellos. A menudo estos niños son extremadamente sensibles y reaccionan intensamente a las energías discordantes que los rodean. Como nos es difícil imaginar tanta sensibilidad, sus límites no son respetados, y por ello transgredidos, fácilmente. Y para sobrevivir emocionalmente terminan por bloquear su centro de los sentimientos. Este mecanismo de supervivencia generalmente lo llamáis “autismo”. Es una paradoja que los niños autistas sean llamados no empáticos (es decir, incapaces de ver desde la perspectiva de otra persona) porque ellos son extremadamente empáticos, sensibles al extremo. Uno podría decir que para ellos es tan difícil sostenerse dentro de sus propios límites, que no pueden permitirse abrirse a los demás, expandir su conciencia de tal modo que incluya al otro. Ellos se han sentido tan incomprendidos que sienten que su mundo se desbarataría si lo hicieran así, y serían devorados por el caos. Por lo tanto el comportamiento no empático de los niños autistas proviene de una enorme susceptibilidad con respecto a la energía de los demás. Es tratando esta abrumadora sensibilidad que el niño autista busca protegerse y cerrarse emocionalmente. El comportamiento no empático o antisocial de los niños autistas es un mecanismo de supervivencia y no una característica esencial del alma.


Los niños que intentan resolver sus problemas de un modo extrovertido (rebeldía, agitación, falta de concentración) así como también los niños que buscan una solución introvertida (apartándose y cerrándose emocionalmente) comparten un número de rasgos comunes.


- Se sienten mal acogidos, no reconocidos o no apreciados realmente por lo que son.
- No están firmemente establecidos o arraigados en sus cuerpos físicos. Podéis percibir esto literalmente en su aura la cual no suele estar totalmente conectada a la Tierra en la parte de abajo. Prácticamente esto significa que ellos carecen de una base emocional o ancla de seguridad interior desde la cual explorar el mundo de un modo relajado y abierto. Básicamente “no se sienten cómodos” lo que hace que “simplemente ser”, de un modo legítimamente despreocupado, sea algo difícil para ellos.


- A causa de esto, ellos pueden mostrar síntomas y desórdenes físicos y/o reaccionar intensamente a ciertos alimentos o sustancias.


- A medida que crecen y se vuelven adolescentes, puede ser difícil para ellos encontrar su lugar en la sociedad (encontrando la forma adecuada de educación o trabajo que les venga bien a ellos).


Quiero decir algo más acerca de las formas en que estos niños y adolescentes pueden ser apoyados para sentirse más bienvenidos y encontrar los medios adecuados de expresión. Pero primero quiero destacar que es muy importante no pensar en términos de culpa mientras hablamos acerca de las causas de los problemas que experimentan los nuevos niños. Los padres de estos niños a menudo hacen todo lo que pueden y cuidan de ellos. Un número de padres son muy conscientes de las cualidades especiales de sus niños y están cada vez más sintonizados intuitivamente con ellos. Por medio de su apertura y buena voluntad está teniendo lugar un enorme proceso de aprendizaje. Son estos padres quienes, junto con sus niños, pavimentarán el sendero en la sociedad y prepararán el camino para nuevas formas de tratar a sus niños.


La a veces dolorosa confrontación que los nuevos niños experimentan con la realidad de la Tierra ha sido elegida voluntaria y conscientemente. Ellos vienen a traer algo nuevo y ellos saben esto en su corazón. Esto pone sus dificultades en una nueva perspectiva. A nivel del alma, ellos toman responsabilidades por lo que encuentran en su vida; ellos aceptan las contrariedades y obstáculos. La sociedad no está “en contra de ellos”. La sociedad está dormida en muchos aspectos. En el sueño de los viejos hábitos, la llegada de los nuevos niños es una llamada a despertar. Sí, ellos son un poco como vosotros, ¡¿podéis sentirlo?! La generación previa de trabajadores de la luz ha pasado por los mismos dilemas que estos niños, con la diferencia de que en esta época actual las cosas están ganando ímpetu y están llegando a un punto crítico. Los nuevos niños son tanto la causa como el efecto de esta aceleración.



Guiando a los nuevos niños


Al guiar a los nuevos niños, como padres, maestro o terapeuta, el punto de partida siempre es una conexión interior con esa realidad individual del niño. La base de toda ayuda verdadera es la buena voluntad de abrirse al modo en que el niño experimenta la vida y la habilidad de sintonizar con lo que esto os comunica verbalmente o no verbalmente. La cualidad más importante que uno puede poseer si uno quiere preparar a estos niños es la habilidad de escuchar y de estar abierto a algo nuevo.


Es menos importante el hecho de que poseáis conocimientos o habilidades específicas. De hecho, esto incluso puede constituir un severo obstáculo en caso de ser utilizado como dogma para el progreso. Las teorías acerca de los niños (de la nueva era) a menudo parten de clasificaciones generales del comportamiento externo. Los síndromes y los diagnósticos están basados en los síntomas que se observan a nivel externo. Pero lo que está faltando aquí y lo que es vital para comunicarse exitosamente con estos niños es que haya una conexión interior con lo que el niño está experimentando: los sentimientos censurados que dan origen al comportamiento emotivo externo.


Para mirar a alguien de un modo abierto e imparcial, uno tiene que soltar las expectativas e ideas preconcebidas. Vosotros sólo podéis conectaros sinceramente con alguien más (quienquiera que sea) si primero liberáis todo lo que pensáis que sabéis acerca del otro. Sólo entonces hay espacio para estar presente en el ahora de un modo verdaderamente sensible e intuitivo. Ésta también es una manera hermosa de darle la bienvenida a alguien, porque ahora os estáis permitiendo ser tocados por vuestra verdadera energía del alma.


Desde una actitud tan fundamentalmente abierta, que en esencia implica 'sentir' más que pensar, vosotros podéis entrar en una comunicación con la otra persona, una comunicación beneficiosa y enriquecedora para ambos. La interacción con el niño nunca es un tráfico en un solo sentido. En un cierto momento sois el maestro y en otro el estudiante. Esto es lo que caracteriza a todas las relaciones espirituales significativas.
Cuando la relación entre el guía y el niño está definida de un modo tan claro y transparente, hay muchas posibilidades para ayudar al niño en su desarrollo. Yo voy a indicar algunas formas de un modo general, lo cual no pretende ser completo sino más bien señalar hacia una cierta dirección general.


-  Apreciación positiva de sus cualidades únicas (las cuales los hacen “diferentes”)


Ayudadles a recordar quiénes son, a comprender que su alta sensibilidad e idealismo pertenecen a las cualidades más hermosas que ellos poseen. Permitidles expresarse claramente en lo que respecta a sentirse “diferente” y alentadlos a descubrir cómo estas cualidades enriquecen y contribuyen al mundo. Encontrad modos creativos de expresar su (elevada) sensibilidad de modo que ellos puedan experimentar alegría en eso. Reunidlos y permitidles intercambiar experiencias y compartir sus energías.


- Desarrollo intuitivo


Ejercitar sus habilidades intuitivas de un modo recreativo, ayudándoles a conectarse con su cuerpo y con sus emociones, refuerza el conocimiento de sí mismo. Arraigarse, conocer sus límites desde adentro y usar su intuición para descubrir qué es bueno para vosotros, son habilidades que estos niños sensitivos pueden aprender fácilmente cuando son jóvenes y espontáneos. Cuando son más grandes, pueden sentirse más inhibidos con respecto a su tendencia natural a sentir, a imaginar y a fantasear. Si ése es el caso, es importante primero ayudarles a conectar con (volverse conscientes de) las emociones o creencias limitantes que bloquean el flujo de su intuición. Si hay problemas en cuanto a esto, casi siempre el flujo de energía en los tres chakras inferiores se ha bloqueado. Hay miedos, frustraciones y decepciones en estos niños como consecuencia de una autocensura aplicada para defenderse de su entorno en etapas germinales de la vida, resultado de lo cual ellos pueden sentirse inseguros, deprimidos o incluso querer morir.


- Respetad su madurez como un alma


Sabed que su alta sensibilidad y el “ser diferentes” ha sido una elección consciente por su parte. Confiad en sus capacidades inherentes para resolver sus problemas. No los tratéis como indefensas víctimas. Recurrid a sus dones y talentos y, tanto como sea posible, dejadles encontrar sus propias respuestas y soluciones. Alentadlos a entrar en contacto con su pasión e inspiración y ayudadles a descubrir cómo expresar y manifestar su energía inspiradora en la Tierra de un modo práctico.


- Haced lugar para la expresión


La energía de los nuevos niños o adolescentes puede ser tan etérea e idealista que puede parecer intangible. Para estos niños es importante expresarse en forma material. Esto puede ser una forma creativa tal como pintar o hacer música, o puede ser a través de deportes o juegos. Lo que importa es que ellos sepan cómo arraigar su energía y hacerla visible a los demás. De ese modo ellos canalizan su energía hacia la Tierra. En todas estas cosas, el punto de partida sería que ellos disfruten expresándose en forma material. Cuando sean incentivados a explorar y a experimentar libremente, ellos encontrarán por su cuenta las formas que a ellos les satisfagan.


- Medicina alternativa


Las formas de tratamiento benignas, holísticas tales como lecturas, sanación y medicina alternativa pueden ser muy útiles en tratar los síntomas físicos en estos niños los cuales están relacionados a su energía total y condición psicológica. Como ellos son tan sensibles a la energía, estos niños responden fácilmente a formas de tratamiento que están enfocadas en primer lugar en el nivel energético (la psiquis) y sólo en segundo lugar en el cuerpo. No obstante también es importante aquí que uno no elija un tratamiento o medicina basado solamente en síntomas externos sino que uno haga una conexión interior con la situación única de un niño particular. Como padres o como terapeutas uno puede preguntarle al niño a un nivel interior si el tratamiento es beneficioso para él. Y una vez que haya crecido lo suficiente, él mismo puede involucrarse en la elección.


- Educación


Las formas iluminadas de educación toman al niño y a su mundo interior como su punto de partida. En el pasado, el conocimiento a menudo ha sido “volcado dentro” de los niños en un esquema de arriba hacia abajo. Ellos eran considerados ser recipientes vacíos que necesitaban ser instruidos, es decir, llenados con conocimientos y habilidades útiles. Sin embargo, si uno considera al niño como un alma madura con sus propios intereses y propósitos, la educación asume una forma muy diferente. El desafío no es tanto comprender algo de la nada, sino despertar y liberar algo que ya está presente dentro del niño: su energía natural del alma que quiere manifestarse y expresarse en el mundo material. Hay una tendencia natural en el niño a querer aprender, a explorar y a descubrir sobre del mundo. Es sólo cuando ellos son forzados sistemáticamente a asimilar conocimiento que no se relaciona con el modo en que ellos experimentan las cosas que ellos se vuelven reacios y mal dispuestos a aprender. Preservar y trabajar con el anhelo natural de un niño a aprender es la base de la nueva educación. Con este enfoque el rol de un maestro es muy diferente. Lo que se les pide a ellos ante todo es estar presente con el niño de un modo abierto e intuitivo. El maestro parte de la premisa de que uno puede confiar en las habilidades naturales y únicas de cada niño. Ellos permiten que el niño enseñe el camino, apoyándolo al proporcionarle el conocimiento y los materiales que él necesita para lograr sus objetivos.




Tratando el sufrimiento de su niño


Cuando sois los padres de un niño sensible y notáis las penurias por las que tiene que pasar al tratar con el mundo, vosotros entrañablemente queréis protegerlo o salvarlo del daño. Inadvertidamente, podéis llegar a ver al mundo externo como el enemigo y a vuestro/ niño/a como la víctima vulnerable. Podéis temer y preguntaros si vuestro niño alguna vez será capaz de sobrevivir sin vosotros. 
Ver sufrir a vuestro niño/niña puede retrotraeros a vuestros propios miedos, penas y decepciones más profundas, ancladas en vuestra propia infancia. No obstante, la presencia de este niño particular en vuestra vida siempre tiene una lógica oculta. Hay un significado más profundo, con un intento positivo. Un modo de revelar esa lógica y significado es mirar al niño con ojos diferentes. No verlo como un ser pequeño y desvalido sino como un maestro — un ángel si lo queréis – quien ha venido a traeros un mensaje. Yo os invito a que me acompañéis en la siguiente meditación. Si no tenéis un niño, simplemente podéis invitar a un niño imaginario a que venga a vosotros.


Imaginad que estáis caminando por un jardín encantador. Abrid vuestro corazón a este mundo de paz y serenidad y dejad que vuestra mirada ronde e investigue alrededor. Hay muchas plantas y flores en el jardín. Sentid el ritmo de las estaciones, ciclos en el tiempo que se alternan suave y lentamente por sí mismos.


Ahora miráis a un lado y veis que un niño va caminando a vuestro lado. Tomad el primer niño o niña que surja en vuestra imaginación…


Silenciosamente él/ella toma vuestra mano y camináis juntos por el jardín, asimilando la belleza de la naturaleza.


Transcurrido un tiempo veis un lugar tentador donde sentaros, puede ser un pequeño banco o un lugar abierto en el terreno. Los dos os sentáis. Ahora observad más detenidamente al niño. Ved su pequeño rostro y miradlo profundamente a los ojos. Tras un momento vosotros veis que está teniendo lugar una transformación. Lentamente la cara del niño cambia a la de un ángel. Veis cómo el niño adquiere un resplandor brillante y se vuelve más etéreo, perteneciendo a un mundo diferente. Tal vez noteis colores rodeando al ángel-niño.


Calladamente observad a este ángel y quedad admirados por su apariencia. Sentís que os volvéis más pequeños, como un niño otra vez. Liberad por un momento la pesada carga de ser un adulto y sentid otra vez esa sensación de maravilla que es tan natural para un niño. Con grandes ojos observáis a ese ángel magnífico que os mira y luego sentís que él (o ella) quiere deciros algo. Lo hace primero transmitiéndoos una energía a través de sus ojos. Vosotros asimiláis esa energía y sentís su esencia.


Luego le hacéis una pregunta al ángel. “¿Por qué viniste a la Tierra?” le preguntáis, “¿Cuál es el regalo que traes?” Dejad que el ángel hable. No tiene que ser mediante palabras – también puede hablar a través de los sentimientos. Identificadlos.


…………


Luego, de repente, sabéis, sin palabras o imágenes intermedias.


Cuando hayais recibido la respuesta, hacédsela saber al ángel y preguntad: “¿Qué es lo mejor que yo puedo hacer por ti? ¿Cuál es el mejor modo de ayudarte en tu misión, en tus esfuerzos?”
Dejen que el ángel-niño os cuente, en palabras o en sentimientos.


Luego decidle adiós mientras sentís que una conexión permanente se ha establecido entre vosotros de corazón a corazón.

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